lunes, 31 de agosto de 2009

¿Es posible ser una Empresa Socialmente Responsable?

La RSC se vislumbra como reto para las organizaciones del siglo XXI y como respuesta al nuevo modelo de compañía que demanda la sociedad, en el que la innovación y el diálogo se transforman en ejes centrales de la estrategia.
La entrada en Google de expresiones como responsabilidad social corporativa (RSC), responsabilidad social empresarial (RSE), sostenibilidad y desarrollo sostenible arrojan muchos millones de entradas. Independientemente de la terminología, estos datos muestran la importancia que ha cobrado la RSC, adquiriendo también carta de naturaleza en la industria.
Las compañías se han puesto manos a la obra para integrar la RSC en sus estrategias, sin perder de vista su principal objetivo: asegurar la rentabilidad del negocio y retribuir a los accionistas. Con la transparencia y el buen gobierno como una de sus banderas, han elaborado programas de igualdad, conciliación y diversidad para empleados, programas ambientales y sociales para mejorar y desarrollar el entorno en el que realizan su actividad. En ellos, tratan de implicar a proveedores, clientes, accionistas e inversores, buscando una ventaja competitiva.

OPORTUNIDADES
El gran reto es que las pymes, que conforman el 95% del tejido industrial español, integren la sostenibilidad en su estrategia. Muchas de ellas son suministradoras de grandes corporaciones, que exigen cada vez más a sus contratistas que actúen con buenas prácticas.
Con este objetivo, se han desarrollado pautas y guías para que implanten políticas responsables en su actividad, recogiendo recomendaciones sobre su comportamiento con lo que se ha denominado los stakeholders o grupos de interés (empleados, clientes, accionistas, sociedad, administraciones, reguladores, proveedores y competidores), tanto en las áreas social y ambiental, como de buen gobierno.
Las sugerencias de la mayoría de los expertos para implantar una estrategia responsable comienzan por realizar un análisis y diagnóstico de la situación de la organización en materia de sostenibilidad y definir un plan estratégico para integrarla en la empresa, algo a lo que puede ayudar escuchar la experiencia de otras compañías, a través de la asistencia a foros y seminarios o la presencia en las organizaciones empresariales surgidas para impulsar la RSC.
«La empresa ha dejado de estar configurada sobre el simple triángulo de actores principales: accionistas, clientes y empleados, para pasar a estar penetrada por múltiples protagonistas que generan y exigen relaciones preferentes», suele afirmar Ramón Jáuregui, el eurodiputado socialista y uno de los principales impulsores de la RSC en España.
Y es que uno de los primeros pasos es identificar a los grupos de interés, esos colectivos con los que cada compañía se relaciona en su actividad diaria. Conocer sus expectativas a través del diálogo y reuniones periódicas ayuda a los distintos departamentos a establecer objetivos de mejora y proyectos que permitan responder a sus necesidades.

EL RESPONSABLE
Las grandes empresas han creado la figura del director de Responsabilidad Social Corporativa o de Desarrollo Sostenible. Otras, incluso, han constituido una comisión específica, dependiente del consejo de administración, que vela por su desarrollo dentro de la organización. Sin olvidar que la RSC es un concepto transversal, es decir, afecta a todos los ámbitos de gestión, por lo que tiene que estar presente en todos los departamentos y contar con el compromiso de la alta dirección. De ahí que cada área de negocio plantee sus propios objetivos de sostenibilidad y de mejora en relación con los respectivos grupos de interés.
Elaborar un informe de RSC o de sostenibilidad es un ejercicio muy útil para el desarrollo de los objetivos. Su preparación mejora la transparencia informativa y permite recopilar datos, rendir cuentas y marcar objetivos, así como fortalecer la colaboración interdepartamental y poner en valor las actuaciones responsables. Según un estudio de KPMG, el número de memorias de RSC se ha duplicado desde 2005, aunque todavía un tercio de las empresas españolas sigue sin publicarlas, sobre todo pymes.
En este sentido, han surgido iniciativas como la del ICO y Caja Navarra, que han firmado un acuerdo para elaborar los informes de más 1.500 pymes siguiendo la metodología de GRI, uno de los principales estándares para elaborar estos documentos. Para el director de Caja Navarra, Enrique Goñi, «la RSC debe entenderse como una ventaja competitiva y el no asumirla puede significar un motivo de exclusión del mercado».

PISTAS PARA INTEGRAR LA RSC EN EL NEGOCIO
Presencia en organizaciones y foros
A través de la asistencia a foros, debates, seminarios y cursos, así como la presencia en organizaciones empresariales que impulsan la responsabilidad social, las compañías tienen la oportunidad de participar, escuchar opiniones y recoger las experiencias de otras empresas para adaptarlas a su negocio.

Diálogo con los grupos de interés
Es importante identificar a los grupos de interés, aquéllos con los que la empresa se relaciona y a los que afecta su actividad, tanto internos (trabajadores, accionistas), como externos (inversores, clientes, proveedores, administraciones, reguladores o competidores). El diálogo permite conocer sus expectativas y responder a sus necesidades.

Memoria de sostenibilidad
La elaboración de un informe de RSC o de sostenibilidad permite a las compañías la medición, rendición de cuentas y comunicación de sus objetivos a los grupos de interés internos y externos, al tiempo que fortalece el compromiso corporativo a través de la colaboración entre departamentos y permite poner en valor sus actuaciones.

Aplicar la transversalidad
La RSC debe ser transversal a toda la compañía, incluyéndose en el cuadro de mando y vinculando a todas las áreas de negocio. Las grandes empresas han creado la figura del director de RSC o de desarrollo sostenible y los expertos aconsejan, además, crear una comisión específica, dependiente del consejo de administración.

Elaborar un código ético y de conducta
Los códigos éticos y de conducta se han transformado en una herramienta que regula las relaciones internas y externas de las compañías. Estos documentos corporativos sirven de guía a todos los profesionales para saber cómo comportarse en aspectos como contratos, corrupción, seguridad, acoso laboral, conflictos de interés o regalos.

Plantear objetivos por departamentos
La compañía debe realizar un análisis de la situación en RSC y definir un plan de acción. Cada área de negocio debe evaluar cómo aplicar la sostenibilidad a su departamento, con objetivos de mejora en aspectos como diversidad, igualdad, buen gobierno, transparencia, control de proveedores, satisfacción de clientes y medio ambiente, entre otros.

http://www.expansion.com/2009/08/24/empresas/1251148025.html

jueves, 27 de agosto de 2009

Manéjese con cuidado: Normas y guías de Responsabilidad empresarial

Con las mejores intenciones de apoyar en la diseminación de prácticas responsables se está poniendo de moda desarrollar normas y guías para las empresas e instituciones.

La más conocida es la ISO 26000, actualmente en proceso de elaboración con la participación de representantes de las instituciones nacionales de normalización, de la sociedad civil, del mundo académico y en menor escala de las empresas afectadas. Se prepara bajo los auspicios de la institución internacional de desarrollo de estándares, ISO, International Standards Organization. Se espera terminar el proceso de elaboración de las guías para el 2010. Pero también hay normas desarrolladas a nivel nacional, supuestamente adaptándose a la realidad nacional como es el caso de la Norma Mexicana de Responsabilidad Social (NMX SAS20004) y la Guía Técnica Colombiana de Responsabilidad Social (GTC 180) entre otras. También hay algunas normas, que desarrolladas a nivel nacional, aspiran a convertirse en normas de utilización internacional como lo es la Norma para la evaluación de la gestión ética y socialmente responsable (SGE 21) desarrollada por Forética en España.

Algunas pretenden actuar como guías para el comportamiento empresarial y para que las partes interesadas tengan un referente a la hora de juzgar las prácticas responsables, reconociendo que la responsabilidad no puede definirse estrictamente de forma comparable a las normas técnicas, por ejemplo las de la composición de alimentos o las características físicas de materiales o de propiedades de combustible. Estas normas técnicas, por referirse a productos que son susceptibles de ser sometidos a pruebas replicables y estandarizables, son normas certificables. El caso más paradigmático de las normas de RSE, léase normas de comportamiento, es la ISO 26000, patrocinada por una institución que hasta ahora solo producía normas certificables pero que en este caso, después de amplia discusión decidió que por primera vez emitiría una guía no certificable. Aun cuando la intención es que sea una guía, la tentación será muy alta para que la sociedad civil exija que se verifique o certifique el comportamiento empresarial basado en esta guía (¡no certificable!). No faltaran consultores que respondan muy positivamente a esas exigencias creando certificaciones, no estandarizadas (¿quién certifica la capacidad de los consultores de certificar?). No pasara mucho tiempo antes de que veamos una publicación con un título que mas o menos diga “Indicadores de responsabilidad derivados de la ISO 26000” u otro como “Criterios para la certificación de la guía ISO 26000”. Para muestra un botón: un titular de El Sol de México del 13 de abril de 2009: “Norma ISO 26000 exigirá equidad de género a las empresas”. Ni es norma ni exigirá, pero .......
En contraste con esta “guía”, la SGE 21 nace ya como una norma (privada) que se promociona como la “primera norma certificable”.
Estas normas o guías tienen grandes ventajas en el sentido de que presentan un inventario de prácticas y/o sistemas de responsabilidad que pueden ser sumamente valiosas para guiar la elaboración e implementación de una estrategia de responsabilidad empresarial, para guiar la acción de la sociedad civil, para lograr cambios incrementales en prácticas específicas. El proceso de preparación, generando y diseminando información, educando, buscando consensos, entre otros aspectos es muy positivo para la promoción de la responsabilidad empresarial. Pero, el producto, como toda herramienta puede ser usada bien o mal. Hay que estar conscientes de los costos y riesgos.
¿Qué hay de malo en que haya normas certificables de responsabilidad? ¿Se puede normar el comportamiento responsable? ¿Qué consecuencias tiene para la empresa la existencia de estas normativas?
Empecemos por recordar que las prácticas responsables de las empresas abarcan un espectro sumamente amplio, desde normas laborales y ambientales, respeto a derechos humanos, donaciones estratégicas, pasando por mejoras en la calidad de vida de la comunidad, hasta contribuciones a la mejora de la gobernanza pública. Cierto es que algunas de estas actividades pueden ser normadas, de hecho muchas están legisladas y reguladas por los gobiernos, aunque a veces no supervisadas como sería deseable. Otras son guiadas por acuerdos internacionales, algunos obligatorios otros voluntarios. Otras son mejores prácticas acordadas formal o informalmente a nivel de grupo industrial, pero muchas son prácticas voluntarias de las empresas, adaptadas al entorno y a las circunstancias en que operan. Otras son normas para la preparación de información financiera (GRI) o de revisión de esa información (AA1000), de acuerdo a prácticas de aceptación mas o menos universal. El problema son las guías y normas que pretenden abarcar un gran espectro, las que pretenden cubrir la “RSE” en general.
Hay que recordar que la empresa decide su estrategia de responsabilidad basada en sus capacidades y en el entorno institucional en que opera, las necesidades, los valores y las expectativas de la sociedad. Una misma empresa puede tener diferentes estrategias en diferentes localidades, en diferentes momentos. Un factor importante del comportamiento empresarial es la existencia y actitud de las partes interesadas, que varían de lugar a lugar, de empresa a empresa y en el tiempo. Condicionan en gran medida las prácticas responsables de la empresa.
Las guías y normas suelen imponer un esquema o “planilla” a todas las empresas por igual, independientemente del entorno, de sus partes interesadas, del mercado, de sus capacidades, etc. Pretenden que todas las empresas hagan de todo, tengan prácticas responsables en todos los ámbitos. Sin duda que hay que cumplir con todas las leyes y regulaciones, e ir mas allá de la ley, ya que esta puede ser deficiente, pero pretender normar el comportamiento voluntario tiene riesgos.
Seamos realistas, la empresa no puede atacar todo al mismo tiempo, tiene que priorizar en función del costo beneficio percibido de las prácticas responsables y tiene que tener una estrategia de implementación de la estrategia a través del tiempo. No se puede pretender que de la noche a la mañana sean empresas ideales.
Pero la pregunta mas importante es ¿Conducen estas guías a que las empresas adopten practicas responsables o pueden ser contraproducentes?
Si la guía es certificable o la empresa o las partes interesadas la ven como tal, puede tener consecuencias negativas para las prácticas responsables y se presenta una gran paradoja. Una vez que la sociedad empieza a exigir la certificación, formal o informal, la empresa, para poder tener una buena certificación poco a poco va haciendo lo que le pide la guía, independientemente de si ello es relevante para la empresa, o si ello es lo que las partes interesadas, capaces de influir en los costos y beneficios de la empresa, desean. Puede llevar a la empresa al síndrome de “llenar planillas”, cumplir con lo prescrito, independientemente de si es relevante para la empresa, con actividades dominadas por lo que piden las guías o normas. Es más, induce a la empresa a jugar con las apariencias (“greenwash”) de ser responsable, para mejorar la nota.
Y lo que es mas grave, la empresa puede empezar a ver que a pesar de tener practicas responsables según las guías y una buena evaluación, el mercado no le responde. La empresa se ve frustrada y puede dejar de lado algunas prácticas responsables. Como consecuencia de la presión de las normas puede haber invertido en prácticas responsables que no son las que el mercado de sus productos o servicios demandan.
La empresa debe tener las prácticas responsables RELEVANTES a su mercado de partes interesadas y no pretender hacer de todo. Y estamos hablando de la práctica, no de la teoría. La empresa debe concentrarse en un subconjunto del total en función de sus capacidades y del análisis de las necesidades y expectativas de los que influyen en los costos y beneficios que enfrenta la empresa. De lo contrario, la estrategia de responsabilidad no es sostenible.
Las guías pueden convertirse en normas y las normas pueden llegar a convertirse en un enemigo de las prácticas responsables. Tienen ventajas, pero como toda herramienta hay que saberlas utilizar.
Para más información consultar el volumen enciclopédico de Deborah Leipziger, “The Corporate Responsibility Code Book” , Greenelaf Publishing, Londres, 2003.

Diario responsable - 28/04/09

martes, 18 de agosto de 2009

Impactos del cambio climático en Groenlandia

La asociación ecologista Greenpeace advirtió del riesgo de un posible colapso del glaciar Pertermann (Groenlandia), que podría fragmentarse por efecto de las altas temperaturas. Desde comienzos de este verano, la asociación realiza una expedición a bordo del rompehielos 'Artic Sunrise' con la que pretende evaluar el impacto del cambio climático sobre el fiordo de Sermilik, en Canadá.
Así, los ecologistas alertaron del peligro de que se produzca tal fenómeno, pues dicha fragmentación dejaría a la deriva una superficie helada equivalente a la isla de Manhattan. En este sentido, Greenpeace recordó que una subida de la temperatura media global por encima de 20 grados conllevaría el riesgo de que se deshiele gran parte de las zonas permanentemente heladas, lo que haría subir el nivel medio mundial del mar alrededor de siete metros.

"Los impactos del cambio climático van a una velocidad de vértigo, por eso los gobiernos del mundo deben acordar reducir las emisiones de dióxido de carbono que lo provocan a la misma velocidad", demandó la responsable de la campaña de Cambio climático y Energía de Greenpeace, Raquel Montón.
Por ello, el grupo ecologista apeló a la responsabilidad del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "para que acuda personalmente a la cumbre climática de diciembre en Copenhague y apoye un acuerdo que contemple para 2020 reducciones de las emisiones de gases de efecto invernadero de los países desarrollados del 40 por ciento respecto a 1990".
Asimismo, pidió que se financie a los países en desarrollo con 110.000 millones de euros anuales "para que sean capaces de combatir el calentamiento global y detener la deforestación en el Amazonas, la República Democrática del Congo (RDC) e Indonesia para 2015"
Noticia Publicada en El Mundo

martes, 11 de agosto de 2009

Sony Ericsson “Green Heart”, teléfonos ecológicos

Sony Ericsson desarrolla el primer teléfono sustentable respondiendo a estandares ecológicos, está hecho con al menos un 50% de sus partes de plásticos reciclados.

Esto también se tiene en cuenta en el momento de desarrollar su packaging (término o anglicismo empleado para decir estuche, embalaje o envase), reduciendo la cantidad de materiales para producirlo, y optando por un cambio en los manuales: dejan de ser los tradicionales manuales impresos, para transformarse en manuales alojados en su website (e-manuals).

Sony Ericsson planea desarrollar más de estos modelos en el futuro, para el desarrollo del modelo MH300 se utilizarán un 100% de sus partes de materiales reciclados.
Más info:
http://www.sonyericsson.com/greenheart/about-greenheart/ (en inglés)
http://www.inventionary.com.ar/2009/07/02/sony-ericsson-green-heart-telefonos-ecologicos/

lunes, 10 de agosto de 2009

Los alimentos orgánicos no son más nutritivos

En nuestra pequeña excursión a Supercor la última semana, valoramos los alimentos que estaban expuestos en todo el supermercado. Una de las ideas a destacar fue el tender a adquirir productos que aseguren su creación a partir de alimentos cultivados de forma natural frente a otros alimentos que no ofrecen esto.
Pues bien, un estudio, recientemente publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, llegó a la conclusión de que no hay evidencia de que exista diferencia entre los alimentos cultivados de forma orgánica y los cultivados de forma convencional en 20 de 23 categorías de nutrientes, incluyendo la vitamina C, el calcio y el potasio. Es decir, que los alimentos orgánicos no son más sanos que los convencionales.
¿Que opináis? ¿Es otra campaña de marketing para que no dejemos de consumir productos industrializados en vez de naturales? ¿O realmente este estudio tira por tierra la creencia de nuestros antepasados del siglo XX de "comer todo de la huerta de la abuela"?

http://www.agroinformacion.com/noticias/44/noticia-del-dia/19592/un-estudio-senala-que-los-alimentos-ecologicos-no-son-mas-beneficiosos-que-los-producidos-por-la-agricultura-convencional.aspx
http://kronovida.com/revista/noticias/los-alimentos-organicos-no-son-mejores/

Si bebes no podrás conducir literalmente

Nissan ha tomado como base una unidad de su modelo Fuga para desarrollar un prototipo de vehículo que detecta si el conductor ha bebido alcohol, en base a varios sensores y sistemas repartidos por el coche.


Detección de alcohol: En el pomo de la palanca de cambio existe un sensor que detecta alcohol en el sudor de la palma de la mano cuando éste enciende el vehículo. Si el nivel de alcohol es excesivo, el vehículo queda inmovilizado y el conductor es advertido mediante una locución. Existen también otros sensores en el asiento del conductor y acompañante que miden el nivel de alcohol en aire, y si es necesario lanzan una advertencia por voz y gráfica en la pantalla del navegador.

No solo alcohol: Detrás del volante se encuentra una cámara que analiza la cara del conductor, y según los movimientos de los ojos detecta si se está quedando dormido, emitiendo una alerta y tensando el cinturón de seguridad para advertirlo.



Estos proyectos están enmarcados en un objetivo más amplio fijado por Nissan dentro de su Intelligent Transport System Project (ITS): llegar a 2015 reduciendo a la mitad la cifra de 1995 de accidentes mortales y heridos graves con vehículos Nissan implicados.

http://www.motorpasion.com/prototipos/un-prototipo-de-nissan-detecta-si-estas-borracho-y-no-te-deja-conducir

miércoles, 5 de agosto de 2009

Música y solidaridad: Arctic Monkeys distribuirá su nuevo single a través de las tiendas de Oxfam

¿Marketing Social Corporativo o conciencia?
Para vuestra reflexión.


La banda de rock británica Arctic Monkeys ha decidido lanzar su nuevo sencillo, Crying Lightning, a través de Oxfam, tanto en sus más de 700 tiendas de como de su página web . El grupo destinará los ingresos que reciban a la organización caritativa. Es la primera vez en 25 años que Oxfam comercializa un single.
La canción saldrá a la venta el próximo 17 de agosto y costará 2,99 libras, unos 3,50 euros. Incluirá además un código de descarga para que sus fans puedan obtener gratis una versión digital del sencillo.
La productora Domino y el grupo de rock están animando además a que la gente lleve discos o singles que ya no quieran a las tiendas de Oxfam cuando vayan a por su copia de Crying Lightning, perteneciente a su nuevo álbum Humbug. De esta manera, la música que unos no escuchen podrá ser comprada por otros más interesados en ella.
Los comercios de Oxfam venden unos 7 millones de euros en música durante el año, suficiente para financiar sus proyectos en Indonesia por el mismo periodo de tiempo, comprar 187.000 refugios de emergencia o proveer agua potable a 8 millones de personas.

martes, 4 de agosto de 2009

Plantas macrofitas que depuran el agua contaminada


A eso es a lo que se dedica AQUAPHYTEX, empresa creada por Pedro Delgado, extremeño de 23 años. El negocio se basa en producir plantas macrofitas depuradoras de agua gracias a la utilización de un tipo de vegetales: Las macrofitas.



Estas plantas se alimentan de la suciedad del agua, lo que suponen un menor coste económico a la vez que aumenta la densidad vegetal de la zona donde se utilicen. Al parecer ya se han instalado plantas depuradoras en Ciudad Real, Palma de Mallorca y Vitoria. El siguiente paso será instalar en Burkina Faso, Niger y Mali.



Aqui os dejo el blog escrito por ellos mismos explicando su "peazo" proyecto titulado TOPALANTISMO:

http://topalantismo.blogspot.com/2007/10/2-aitos-de-aquaphytex.html


Aunque, si os da pereza leer, os dejo el video de la creación de la empresa:

http://www.rtve.es/television/20081030/fabrica-ideas-programa/185916.shtml


Podéis leer más información y poneros en contacto con ellos a través de la web del proyecto (aunque ahora esta en contrucción):

http://www.aquaphytex.es/


MORALEJA: No hay que subestimar a una persona por su corta edad porque puede tener grandes ideas jeje!

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